el laberinto de la mente¿Cuál es el primer pilar de toda terapia?
La observación. Sin estar atento al lugar en que te encuentras, a los pensamientos que tienes, a las formas en que creas tu malestar, no es posible que se dé ningún cambio en ti ni en tu vida.
Por lo tanto, el primer paso es el autoconocimiento.
Así lo dice el oráculo: «Conócete a ti mismo».
Y es que hasta que no seas consciente de los enredos en los que te metes tú mismo, estarás esperando resolver las cosas en el mundo externo: deseando que tu marido deje de tirar la basura en el lugar incorrecto, que tu hijo adolescente tenga su habitación como los chorros del oro, que tu jefe te suba el sueldo, que el gobierno baje los impuestos… Mientras no identifiques que el origen de cualquier malestar está en ti, estarás luchando como El Quijote contra los molinos de viento. Y ahí está justamente el tesoro, la otra parte de la moneda: cuando te des cuenta de las formas en que te causas y generas tu dolor, sabrás que la solución también está en ti.
Y en muchos casos, esa es la función de la terapia psicológica: hacernos conscientes del laberinto de nuestra mente para poder tomar perspectiva y encontrar una salida.
Por ejemplo el caso de Nuria, una mujer de 35 años que buscó ayuda después de varias rupturas amorosas. Estaba desesperada porque sus relaciones no duraban y no entendía por qué. Con la terapia, se dio cuenta de que su constante suspicacia y temor a no ser querida o ser abandonada eran los verdaderos motivos por los que sus parejas se alejaban y finalmente la dejaban.
Cuando Nuria pudo ser consciente de cómo sus pensamientos influían en sus relaciones, pudo elegir otros pensamientos más amables y constructivos. Esto la hizo sentir más segura de sí misma para comenzar una nueva relación.
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Si quieres empezar a ver la salida de tu propio laberinto, te acompaño en sesiones individuales y de pareja en Palau-solità i Plegamans.
